Reforma integral de un duplex para una pintora.
Nos llega el encargo de reformar un ático duplex en el centro de Sevilla para una pintora y su hija de seis años. Decidimos diferenciar las estancias y crear diferentes atmósferas. Lo único que conservamos es un suelo continuo de mármol al que haremos injertos puntuales y cicatrizaremos.
Un guarda abrigos de madera OSB convive con la madera tratada de la escalera. El forrado de una pared completa con un despiece triangular de espejo, duplica el espacio y capta la luz para iluminar el recibidor.



El recibidor es el espacio ‘dorado’ de la casa. Recibe con una escalera de caracol existente, cuya dirección redirigimos mediante los cuatro primeros peldaños que construimos en madera para usarlo de zapatero.

El distribuidor o pasillo se convierte en galería de arte como espacio expositor que concentra la obra de la propietaria y le permite llevar el trabajo a casa. Las instalaciones en techo quedan vistas y los acabados en bruto.

La planta alta se concibe como un espacio dedicado a taller de pintura y dormitorio.

Las particiones de suelo a techo se resuelven con bastidores de madera de fresno forrados con “un lienzo en blanco” a modo de cuadros de gran escala. Estos lienzos son practicables y separan los espacios de manera ligera tamizando la luz dándole un toque oriental.


El baño se diseña independizando el lavamanos del resto de sanitarios de manera que pueda ser usado por el espacio del taller de pintura de manera independiente. En el ámbito del taller y ducha se injerta en el suelo trozos de mármol del ya existente a modo de “trencadís” cicatrizando heridas de la antigua distribución.


Fotografías: Jose A. Bejarano